"Hogar, dulce hogar", Mencey Buisán


Bueno, aquí va mi experiencia en esta situación extraordinaria que, gracias a Dios, solo la he vivido una vez y ojalá no volverla a vivir...

    Al principio, yo tenía planes ya de fin de semana, y tenía muchísimas ganas de hacerlos con mis amigos y amigas. Pero de repente escucho por las noticias que el ya existente coronavirus o Covid-19 ha aumentado de porcentajes de afectados y, en nuestro caso (España), tenía la obligación de poner en alerta a todo el país (yo creo que fue un poco tarde, pero mejor tarde que nunca, ¿no?). Después de escuchar todo esto, no pensé que iba a llegar tan lejos y podríamos salir y eso, pero bueno.

  Los primeros tres días de cuarentena fueron muy normales en verdad, ya que para mí es lo mismo; pero ya después de esos primeros días no aguanto más, noto la necesidad de salir de mi casa, estar con los amigos, ir a la playa…

  Mi plan diario es acostarme cuando ya es de día y levantarme cuando se está haciendo de noche, ya que como ahora mismo estoy desorientado y no me socializo con nadie, excepto con mi hermano y mis padres, pues para eso prefiero estar relajado viendo series o jugando a la consola.
Todos los días hago videollamadas con mis amigos para ver cómo van y ver si no les ha pasado nada en la cabeza, y sobre todo para pasárnoslo bien todos juntos, aunque no sea en contacto real, pero lo importante es nuestra esencia.

  En referencia al deporte, también hago todos los días una hora y algo más o menos y sólo estoy comiendo una vez al día para que después cuando llegue a clases y empiece a quedar con la gente pues me vean mejor, porque ya sé que algunos no están haciendo nada esta cuarentena.

  Por otro lado, yo creo que esta situación me está afectando mucho, ya que he cambiado bastante mi forma de ser, tanto física como psicológicamente, porque me he atrevido a raparme la cabeza y a pintarme las uñas de negro; y ya que yo lo hice, mi hermano también se atrevió conmigo y ahora noto mucho la necesidad de estar con la gente que quieres estar...No me refiero solamente a la familia, sino a los amigos, porque de un día que podíamos hacer lo que queramos, pasamos de golpe a no poder salir a ningún sitio, y le damos más importancia a las cosas, por lo menos en mi caso.

  Yo ya estoy ansioso de que se acabe esto y podamos reunirnos todos, y hasta tengo ganas de ir a clase, así que imagínense, cuando se acabe esta situación, lo primero que voy a hacer cuando vea a mi gente va a ser darles un abrazo muy fuerte a todos.



Comentarios

  1. Una de las enseñanzas de esta situación es la de apreciar lo que antes no se valoraba (pequeñas e insignificantes cosas del día a día). Soy de los que pienso que de todo lo malo siempre se saca una experiencia positiva."La experiencia es la madre de la ciencia...", reza el dicho.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario